Cuál de las dos disciplinas es más recomendable? Yoga o Pilates
Es posible que te estés planteando empezar a practicar alguna de estas dos disciplinas y no tengas muy claro cuál de ellas escoger. Por lo pronto, cabe destacar no es pretensión de este artículo decantarnos a favor de una u otra, sino simplemente ayudarte a tomar la mejor decisión a la hora de elegir entre Yoga o Pilates.
Yoga o Pilates. ¿Qué disciplina resulta más beneficiosa?
No es extraño que sientas algo de confusión a la hora de diferenciar entre Yoga y Pilates; especialmente en estos tiempos en los que ambas disciplinas tienden a practicarse con objetivos semejantes. Sin embargo, ambas son actividades con un origen diferente; aunque poseen varios beneficios y elementos comunes.
El Yoga, como ya hemos contado en otros artículos de este blog, engloba toda una filosofía física, mental y espiritual, cuyos orígenes debe situarse en la India de hace milenios. Además, existen diferentes variedades de Yoga, algunas muy diferentes entre sí; si bien todas tienen su origen en la ciencia de la unión entre cuerpo, mente y espíritu a través de posturas físicas (asanas), ejercicios de respiración, concentración y meditación.
El método Pilates, sin embargo, es una disciplina relativamente reciente y mucho más moderna que el Yoga. Fue creado por Joseph H Pilates como terapia de rehabilitación y de control mental del cuerpo (contrología), para mejorar la salud y las capacidad física en general.
En este sentido, el Pilates se diferencia del Yoga en que, éste último, a pesar de que también utiliza el control del cuerpo como instrumento, tiene un propósito más mental y espiritual.
Semejanzas y diferencias entre Yoga y Pilates
A pesar de sus diferentes orígenes y razones de existir, tanto el Yoga como el Pilates contienen muchos elementos en común y también diferencias.
El Método Pilates está diseñado para dotar de fuerza y elasticidad al cuerpo, así como de un mayor control sobre este, mientras que el Yoga incide mayormente en el equilibrio cuerpo-mente, en la resistencia y elasticidad muscular, y no tanto en la fuerza física (excepto en su variantes más dinámicas – como en el caso del Vinyasa -).
A la postre, elegir entre una y otra disciplina depende fundamentalmente de la personalidad del practicante, sus objetivos fundamentales y aquello que más le motiva.
Ambos métodos sirven para fortalecer el core (abdominales y parte central del cuerpo), si bien en este sentido el Pilates es un poco más eficaz y la tonificación de esta zona se consigue mucho antes.
Si antepones flexibilidad y elasticidad a fuerza neta, entonces el Yoga es una buena opción y, si bien ambas disciplinas las favorecen, el Yoga se lleva la palma en este sentido.
En cuanto a la relajación
Ambos métodos te van a servir para distender aquellas zonas de tu cuerpo propensas a contraerse o estresarse, si bien el Yoga también proporciona un enfoque más integral en este aspecto. Por otro lado, la relajación en el Yoga también se centra más en el aspecto mental, y no sólo en el físico; existiendo técnicas destinadas exclusivamente a tal fin, como el Savasana.
Por otro lado, si bien las posturas corporales son fundamentales en ambos métodos, en el Yoga suele prolongarse la duración de cada una, siendo de ejecución más progresiva y lenta; mientras que en Pilates es más corta e intensa. En ambos, sin embargo, se enfoca la atención en la técnica y en la respiración.
Y, hablando de respiración, cabe mencionar que en Pilates casi siempre es lenta, controlada y diafragmática; aunque en ocasiones se recurre a inhalaciones y exhalaciones cortas. Por contra, el yoga posee todo un elenco de técnicas de respiración muy diferentes entre sí (Pranayama), aunque casi siempre es profunda, nasal, lenta y regular.
Conclusión
Si lo que buscas principalmente es hallar paz mental, combatir el estrés y la ansiedad, además de tonificar y dotar de la máxima elasticidad a tu cuerpo, el yoga puede ser tu mejor opción.
Si estás más motivado/a en el aspecto físico y deseas perder algunos kilos de más, entonces el Pilates puede resultarte un poco más eficaz en este sentido; o al menos más rápido.
En el caso de que te encuentres embarazada, ambas disciplinas son igualmente recomendables, tanto para ti como para la salud del bebé; si bien siempre es aconsejable consultar con el médico y el monitor para que te aconsejen sobre las precauciones que debes tomar y adapten el entrenamiento a tu condición.
Lo mismo puede decirse de cualquier otra característica que afecte a la práctica de ambas disciplinas; ya sea obesidad, dolencias cardiovasculares, respiratorias, etc.
Tomes la decisión que tomes, es indudable que ambos métodos te pueden aportar una notable mejoría en tu calidad de vida e incidir de forma ostensible en tu salud física y mental.
Fuentes: